Cerca de Falset, la entrada a la región vinícola del Priorat, se encuentra la finca de Nina y Roger. Los fines de semana puedes disfrutar del menú del chef, ¡pero entre semana cocinan especialmente para ti!
En un día lluvioso de abril, condujimos hacia las montañas a través de las nubes bajas para vivir esta experiencia. Dependiendo de la temporada, eliges uno de los temas y trabajas junto con el chef. Aunque la temporada casi había terminado, pudimos elegir a 'Calcots' en el último momento. Esta especialidad típica catalana es un cruce entre una cebolleta y un puerro pequeño y está disponible entre diciembre y abril. Toda la comida que se come aquí se llama Calcotades.
Después de una cálida bienvenida, podemos ir directamente al huerto con el chef, donde podréis recoger juntos las verduras del suelo. Una vez hemos recogido una gran carretilla llena de calcots, el chef utiliza la manguera del jardín para quitar el peor barro y colocarlas sobre una enorme rejilla portátil. En la parte trasera del granero hay una chimenea de pared a pared donde ya arde el fuego de leña. Para ello se utiliza principalmente la madera de poda de los viñedos de los alrededores. Varios viticultores locales traen aquí sus cepas de syrah, granache y cariñena tras la poda anual...
Se coloca sobre el fuego la parrilla grande de calcots y cuando las verduras están bien cocidas y ennegrecidas, se enrollan en papel de periódico y se sirven en una teja. Ahora nos han servido una buena copa de vino y vermut y nos hemos calentado junto al fuego.
Nos dan un delantal para comer las calcots, pero esto se complica. Se "quita" la parte exterior ennegrecida del calcot con la mano y se sumerge en una deliciosa salsa. Luego cuelgas el largo tallo sobre tu cabeza como un arenque y lo recoges.
Mientras tanto, la mesa del granero se cubre con un mantel blanco y elegimos una botella de vino como plato principal. El chef Roger elabora deliciosas judías blancas, patatas, espárragos, salchichas y chuletas de cordero en el gran fuego y en el horno de leña Josper. La maravillosa tarde termina con una cremosa Crema Catalana y una copa de vino de postre.
Esta experiencia privada se puede reservar a partir de 4 personas. Según la temporada, podréis optar por calcots, arroz de montaña o una degustación de chuletones con diferentes maduraciones.
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